martes, 21 de agosto de 2018

Preocupante nivel de Federer en 2018: ¿Camino sin retorno? ¿A que apostarle en el US Open y el resto de 2018?

Ha terminado el Master 1000 de Cincinnati y a decir verdad, ha sido el torneo más flojo en pista dura en la categoría M1000 en 2018. Salvo el partido de Federer con Wawrinka, en cuartos de final, todos los partidos mostraron un tenis discreto, donde hubo más emotividad que buen nivel.

Sin embargo, lo más preocupante, tras Cincinnati y la fácil victoria de Djokovic en la final, es el bajo nivel de Roger Federer, acentuando las malas sensaciones que dejó su eliminacion en cuartos de final en Wimbledon y su nivel de juego visto en previamente en Halle.

Si se muestran las estadísticas de 2018, podría contarse una historia distinta: Roger ganó un GS al comienzo del año en Australia, jugó dos finales de M1000 en Indian Wells - Cincy y ganó otros dos torneos, el ATP500 de Rotterdam y el ATP250 de Stuttgart, además de otra final en Halle. Roger Federer ha jugado 8 torneos oficiales y en 6 de ellos llegó a la final. Es el segundo tenista en la Race, detrás de Rafael Nadal y consiguió por 10 semanas ser 1 ATP convirtiéndose en el tenista de mayor edad, con 36 años, en llegar a la cima de la ATP.

Los resultados no se discuten, pero cuando se mira el cómo y contra quien ha ganado y ha perdido en los torneos que este 2018 ha jugado Roger Federer, y la tendencia a la baja en el nivel de su juego, en particular, su condición física, el tema nos preocupa y mucho. Desde la final de Wimbledon en 2017 que Federer ganara contra Cilic, el suizo no ha vuelto a recuperar el brillo de su tenis. Desde entonces sólo dos partidos buenos de Federer: la final de Shanghai ante Nadal, y el partido en cuartos de final ante Wawrinka en Cincinnati. De resto, triunfos gracias a su saque, la chapa de ser Roger, y cuadros que fueron muy benignos, evitando rivales top hasta las finales, en particular en Australia, Indian Wells y Cincinnati.

Federer lleva tres derrotas seguidas  en 2018 contra tenistas del top10: Del Potro en Indian Wells, Kevin Anderson en Wimbledon, y ahora Djokovic en Cincinnati 2018. Aparte, está el hecho que su gran apuesta, Wimbledon 2018 lo dejó eliminado en cuartos de final. Como en 2017, Federer ha regulado mucho su calendario, no jugó la temporada en arcilla, tampoco estuvo en las eliminatorias de Davis, y estuvo ausente en el M1000 de Toronto, previo a Cincinnati. No puede considerarse un calendario apretado, así sea que 37 años, la edad actual de Roger,  en tenis pesan mucho. Pero Federer nos malacostumbró con su longevidad, y es tal vez acá donde tenemos que reconocer que quizá al Maestro Suizo ya comienzan a  agotársele las reservas, y que contra rivales top está siendo cada vez más notorio el paso del tiempo y el declive en la condición física del suizo.

Hay otros hechos que son también parte del problema y que están sacando de foco al Maestro Suizo de la competencia: Federer ha enfocado sus esfuerzos en renegociar sus patrocinios, en particular al terminar su contrato de indumentaria deportiva con  Nike el pasado mes de marzo, para  entonces firmar un multimillonario contrato con Uniqlo, firma que lo viste desde Wimbledon y aun no ve con su nueva indumentaria el primer título con Roger de imagen. Así mismo, Federer esta en los preparativos de la segunda edición de la Laver Cup, a celebrarse en Chicago, la cual innovó con un formato que ha inspirado a la Federación Internacional de Tenis, para cambiar el formato de la Davis a partir de 2019, lo que puede suponer un golpe duro para la Laver Cup, en la medida que la nueva Davis dará puntos en el ranking otra vez, y será después del Masters. Además, la Laver Cup está atada a la presencia de Federer en el circuito, y es incierto si puede sobrevivir al retiro de Federer, previsto acorde a los planes del suizo, para 2021.

Federer a diferencia de Nadal, no delega responsabilidades en sus empresas deportivas. Mientras Nadal, dejo a su tío a cargo de la Academia Rafael Nadal, Federer está a cargo de todo lo relacionado con la Laver Cup. Así las cosas, Federer ya no anda tan metido en su tenis, ni en las opciones de mejorar su nivel de juego.

El tenis del suizo muestra errores que denotan poco entrenamiento, falta de exigencia, y sobre todo, una ausencia de cabeza o coach que ponga a Federer a corregir errores que han vuelto: el revés con top, el drive, la falta de velocidad, lo mal que está jugando en la red, su mejor zona de juego aparte del saque, y lo pobre que está siendo su juego de devolución. Luthi no ha sido un coach propiamente, más bien un compañero y amigo que aconseja sin poner presión. Lujbicic que había estado con él en 2017, lo acompañado menos en 2018. Cabe entonces preguntarse si Federer necesita un nuevo aire en su juego, con otro integrante en su equipo de trabajo.

Vajda el entrenador de Djokovic, en declaraciones recientes al portal puntodebreak.com (Julio 2018) afirmó que aceptó volver con Djokovic tras un año y medio de distanciamiento, poniendo condiciones al serbio en la intensidad de entrenamientos, comida, rutinas, cosas que Djokovic había desajustado. Los resultados se ven: Djokovic volvió a  ganar tras dos años, un GS en Wimbledon, y al ganar Cincinnati, se ha convertido en el primer tenista de la historia en ganar los 9 M1000, lo que lo pone al nivel de Federer y Nadal, como los tres más grandes de la era abierta, donde el mejor de los tres, no parece aun saberse, pues la longevidad en Nadal y Djokovic promete ser similar a la de Federer, lo que puede poner en jaque los récord del suizo en GS, y semanas como 1 ATP.

La cuestión es saber si Federer tiene motivación pero sobre todo, un cuerpo que aún le pueda responder, para tomar un segundo aire y renovar su juego. Las posibilidades del 1ATP al final de 2018, son muy pocas, con la eliminación en cuartos en Wimbledon, y los 1000 puntos que Federer dejó de sumar perdiendo las finales de Indias Wells, Halle y Cincinnati.

Federer ha reconocido en rueda de prensa, su cansancio y poca movilidad en la final de Cincy ante Djokovic, que achaca a los dos partidos que por lluvia, debió jugar por octavos y cuartos de final, dos días antes de la final. No puede desconocerse que cada año más que Federer juega al tenis, le está costando más en recuperación, en coger ritmo de competencia, en acondicionamiento físico.

Además, el nivel de Nadal y Djokovic es muy alto, para lo que Federer está en capacidad de rendir hoy. Hay que reconocer que con el nivel que Federer ha mostrado en 2018 hasta Cincy, y con el nivel a top de Nadal y Djokovic, las posibilidades de Federer ganar el US Open, último GS del año, a comenzar en una semana, así como las opciones de ganar el Masters en Londres, son mínimas, y pasan por una eliminación  antes de la final de Djokovic y Nadal, y un cuadro benévolo con Federer, como lo tuvo este año en Australia.

En diálogo con el Director del Blog RFTB, Christian Castro, conversamos sobre cómo se acentúo el mal juego de Federer en Cincy. Fallas con el drive, pocos puntos ganados con la devolución, y evidenciando Roger sobre todo en la final ante Djokovic, su temor por intercambios largos, buscando acortar puntos con saques a la T, y devoluciones rápidas, que por la falta de tino y ritmo, incrementaron y mucho, su cifra de errores no forzados. El mismo Federer ha dicho "mis sensaciones en Cincy son aún peores que en Wimbledon" con un juego predecible, sin alternativas, y mostrando señales de agotamiento físico y mental en partidos de alta exigencia. Que le mejor partido de Federer haya sido contra Wawrinka  (que viene en un proceso de recuperación tras una operación de rodilla que lo tuvo fuera de las canchas por casi un año, lo que hará que juegue sin clasificación el US Open, al que accede por Wild Card), es muy diciente.

La confianza no te la da el ganarle a tenistas como Haase, Mannarino o Mayer. La confianza y el saber que competitivo es tu tenis, te lo da jugar con Djokovic, Nadal, el Murray antes de su operación de cadera, Cilic, Alex Zverev, el Wawrinka 2014-2016. Por eso, era necesario que la final de Cincy fuera con Djokovic, Y por eso la sensación que Djokovic ganó con muy poco, y que Federer quizá ha jugado en Cincy, la peor final en pista dura que se recuerde, solo comparable a las finales perdidas contra Nadal en Roma 2013, Tsonga en Canadá 2014, Hewitt en Brisbane 2014, y contra Djokovic en el Master 2015. 

¿A que apuntar entonces? En mi concepto, no veo cómo Federer, en el nivel que jugó en Cincy, tenga opciones de ganar el US Open. También es cierto que su último título en el US Open fue hace 10 años, viniendo de tres eliminaciones consecutivas antes de semis, en Toronto, Cincy, y los Olímpicos de Pekin. Como también cierto es que irónicamente aunque el US Open se acomode a sus condiciones de juego, por ser un torneo de pistas duras y rápidas, es el GS donde Federer, aparte de RG, muestra más pobres resultados en esta década, habiendo llegado sólo a la final en 2015, perdiendo con un Djokovic en todo su esplendor.

Hacia adelante, viene Shanghai, Basilea y el Masters. Hay que ganar torneos de nuevo para tomar confianza en cuanto inercia ganadora más que confianza competitiva contra los top (esa sólo volverá con un triunfo de Federer contra Nadal o Djokovic en Masters, GS o M1000), y buscar el título 100 en el Masters, de Federer ganar Basel. Ya si gana el US Open, será otra historia, porque lo puede devolver a la lucha del 1 ATP y reconsiderar su calendario de pocos torneos en lo que resta de 2018.

Lo que sí creo desde ya debe Federer apuntar, pensando en el futuro de su carrera, es el Oro en sencillos en Tokio 2020, que será en pista dura y en Indoor, donde las opciones pueden ser muchas, y la motivación mayor, pues es el único título grande que Federer aún no tiene.

Por ahora, el favoritismo en New York es para Djokovic y Nadal. Federer detrás, porque su hambre de ganar otro GS sigue, a pesar de lo mucho que necesita subir su nivel de juego. Están nuevos prospectos como el griego Tsitsipas, tal vez el tenista de la Next Gen con mayor similitud al juego de Federer, el canadiense Shapovalov, los que ya están en la cima siendo muy jóvenes como el caso de Alex Zverev, y lo que pueda ofrecer Juan Martin del Potro semifinalista en 2017 eliminando a Federer, y ganador en 2009. También están Cilic ganador en US Open 2014 y John  Isner que está haciendo su mejor temporada y que ganó ya el M1000 de Miami. El cuadro será clave. Djokovic llega por primera vez al US Open por fuera del Top 4 (obviando 2006 cuando debutaba en el circuito ATP) por lo que puede cruzarse en cuartos de final con Federer o Nadal. Quizá un cruce de Djokovic con Nadal, que desgaste al ganador, y que éste en semis pierda o tenga una condición física a menos, pueden subir las chances de Federer. Pero aun en  éste escenario, Federer debe mejorar mucho la consistencia de su juego y sobre todo, su condición física, para poder aspirar a ganar por sexta vez el US Open, que a hoy es el GS con más tiempo sin poder ganar de nuevo (10 años, desde 2008 venciendo a Andy Murray en la final).


Les dejo quizá con el mejor partido de Federer en el US Open, en esta década, su triunfo en semifinales ante Wawrinka en 2015.


Éxitos en sus actividades y que sea un gran US Open el que tengamos en las próximas dos semanas

Un abrazo a todos nuestros lectores.

Romel Rodríguez








7 comentarios:

  1. Creo que no es tanto lo físico, que también cuenta, sino que es más mental. Pienso que ante Djokovic, Federer se achica, le ganan los nervios, es por esto que cometió tantos errores.
    También cuenta la preparación física, recuerdo que al inicio de la temporada de 2017, Roger se notaba más delgado, con más movilidad. Fue cuando ganó el Open de Australia, y los primeros Master 1000 de esa temporada.

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  2. Muy cierto todo lo que dice el artículo. Una sola corrección, no sería un segundo aire, sería más bien como 'un quinto aire', si tenemos en cuenta que el 2008 fue muy discreto y a partir de ese US Open retomó vuelo; que en 2011 no ganó ningún Slam pero terminó el año ganando tres torneos, y que esa mejora terminó dando explosión en el Wimblendon 2012; que el 2014 y 2015 fueron grandes años comparados con la sequía del 2013; y que en 2017 resucito como el Ave Fenix para regalarnos un año que cualquier tenista quisiera tener pero en toda su carrera; entonces una mejora sumamente necesaria a partir de septiembre sería 'un quinto aire'.
    Daniel V.

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  3. la cuestión si es física no nos olvidemos que el maestro tiene ya 37 años, yo de él ya me mentalizaría a jugar sin pensar en los puntos, ni el ranking y jugar sin presión, la idea es ganar 2 torneos mas este año y llegar al 100, como van las cosas podrían ser shanghai y basilea, seria bonito el 100 en la casa con los compatriotas.De todos modos ya con nole resucitado nos va a restar pero también al hombre mono así que no es tan mala la cosa, igual a ese par también les pasa el tiempo y no los veo mas alla de 2019 ganandolo todo. Ya hay que empezar a jugar mas 500 y 250 antes de los grand slams para tener mas chance sumar titulos
    #B21ieve

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  4. Si mejora su actitud y su devolución tiene con que para ganar el Us Open hay que mejorar muchísimo en todas sus líneas no puede seguir ganando los partidos regulando energías contra los mejores eso se vio ayer pero creo y confio en que el suizo dara la sorpresa ganando el Abierto de los Estados Unidos porque Nadal y Djokovic tampoco estan a un gran nivel de juego tienen consistencia y nada mas por eso vamos con todo su Majestad

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  5. Como todo en la vida que cambia, así debemos también cambiar nuestra forma de ver a Federer, con su predencia en el circuito a mi me basta...su estrategia de prolongados descansos y ausencias de torneos afecta su ritmo, pero no solo a el, si logra superar esa causa-efecto lo tendremos por varios años más demostrando por qué es el mejor de todos los tiempos.

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  6. No tengo nada que aportar/ coincido 100% en lo que el respinsable de este espacio ha comentado y fundamentado. Sí; solo puedo agregar que me dio lástima ver su juego frente a Nole; lo desconocí. Sentí que jugaba pero que estaba deseando que terminara para desaparecer..No querría verlo decadente; si tiene decidido alejarse, que sea x la puerta grande....

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  7. Creo hay mucho de razón en lo expuesto, a mí lo que me preocupa es el drive porque es el golpe que realmente daña, cuando juega con jugadores de nivel normal es muy común verle metiendo la pelota con mucho margen, y ya con jugadores de buen nivel donde tiene que arriesgar más con el drive la pelota le despide de más, quizá aunado con lo que se explicó Lujbicic debería revisar la tensión de la cuerda de la raqueta de Federer para probar si subiendo una libra la derecha salga con más control.

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